Ayer, 10 de mayo de 2007 hizo mi "primera aparición en público".
El profesor nos dijo que teníamos que hablar durante tres minutos de un tema. Nos dividió en grupos de tres personas. Yo estaba con mis compañeras de máster. Queríamos hablar de algo interesante.
Desde el principio, decidimos (yo y María) que el orador de nuestro grupo hubiera sido Laura, que es la más buena de todas nosotras; en cambio...cuando el profe nos dijo que teníamos que hacer nuestra presentación, ni Laura ni María quisieron hablar...por lo tanto me armé de mucho coraje y...
Cómo es difícil hablar ante un auditorio, sea éste desconocido o conocido...Piensas en muchas cosas:hablar despacio; mirar a todos; intentar ser original; pero al final te olvidas de todo, hasta de lo que habías pensado hablar... y te sale una cosa horrible, y tú te das cuenta de este fracaso mientras estás hablando, pero sigues actuando esperando que mejores...
Es muy difícil...es más difícil de lo que pensabas...los nervios, la vergüenza, la falta de argumentación, la falta de tiempo para prepararte, la falta de material para consultar...y a esto se añade el problema de la lengua: tienes que pensar en otra lengua, intentar rendir como si estuvieras hablando en tu lengua...pero es imposible...te faltan las palabras, y piensas que lo harías mejor en tu lengua...¡tal vez!
Sin embargo estoy contenta, y satisfecha de mí misma...hizo algo de lo que no pensaba ser capaz: improvisar ante personas desconocidas!
Bueno, si lo supieran mis amigos pensarían que esto es normal para mí, que soy la graciosa de la pandilla de amigos...pero una cosa es estar entre personas que conoces y otra entre personas totalmente desconocidas.
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